¿Sabías que hay bosques sumergidos bajo el mar?

Cuando pensamos en bosques, solemos imaginar vastas extensiones de tierra cubiertas de árboles, hogar de una rica biodiversidad. Pero, ¿sabías que también existen "bosques" bajo el mar, vitales para la salud de nuestros océanos y del planeta? Uno de los más impresionantes es la Posidonia oceánica, una planta marina endémica del Mediterráneo. Conscientes de su importancia, a través de nuestro proyecto “Bosques sumergidos”, nos dedicamos desde 2022 a la protección y restauración de estas praderas submarinas en la costa de Málaga, reflejando así su compromiso con la sostenibilidad y la conservación de los ecosistemas marinos. 

La Posidonia oceánica: El pulmón del Mediterráneo 

La Posidonia oceanica es una planta marina que forma extensas praderas submarinas en las aguas claras y poco profundas del Mediterráneo. Estas praderas submarinas desempeñan un papel crucial en el ecosistema marino. A pesar de su importancia, las praderas de Posidonia oceanica están bajo amenaza. En las últimas décadas, estas extensiones boscosas han experimentado un declive significativo en muchas partes del Mediterráneo, incluyendo la provincia de Málaga. Las causas están relacionadas, principalmente, con la actividad humana. 

Conscientes de la importancia de la Posidonia y de las amenazas que enfrenta, a través de nuestro programa Mares Circulares, lanzamos en 2022 el proyecto "Bosques Sumergidos" en colaboración con la Fundación Aula del Mar Mediterráneo (FAMM). Este proyecto tiene como objetivo proteger y conservar las praderas de Posidonia oceanica en la provincia de Málaga y, en años sucesivos, extenderse al resto del Mediterráneo andaluz y español. 

Amenazas a un ecosistema vital 

El proyecto "Bosques Sumergidos" se centra en el estudio y seguimiento de las praderas de Posidonia en áreas críticas de la costa malagueña, específicamente en las zonas de Nerja, Mijas, Marbella y Estepona. Estas áreas se seleccionaron por la presencia de las últimas praderas de Posidonia en la región, muchas de ellas dentro de espacios naturales protegidos. Los datos actuales del proyecto "Bosques Sumergidos" se comparan con los resultados de un estudio de 2017, que permitió evaluar la evolución de las praderas en los últimos años y ajustar las estrategias de conservación.  

Durante 2023, el equipo de FAMM, junto con voluntarios submarinistas, llevó a cabo una serie de inmersiones para evaluar el estado de estas praderas. El estudio se realizó en diferentes estaciones del año para obtener una visión completa de la salud de estos bosques sumergidos a lo largo del tiempo. Se analizaron factores como la extensión y la densidad de las praderas, la calidad del agua, la presencia de especies invasoras y la biodiversidad asociada. 

Resultados del estudio: luces y sombras 

Los resultados del estudio ofrecen una visión mixta. En algunas áreas, como en la playa de Burriana en Nerja, la situación es alarmante. Los datos muestran que la pradera ha disminuido en un 64% desde 2007. Esta regresión es preocupante, ya que indica que las medidas de protección actuales no son suficientes para detener el declive de estas praderas. 

Sin embargo, no todo son malas noticias. En la zona de Maro, también en Nerja, se ha observado un aumento significativo de la pradera, que ha crecido un 76% desde 2019. Este crecimiento es un indicio positivo de que, con las medidas adecuadas, es posible revertir la tendencia negativa y recuperar estos bosques. 

En Mijas, en la zona de Calahonda, se encontraron dos praderas de Posidonia, una en la playa del Faro de Calaburras y otra en la playa de Doña Lola. La pradera de Calaburras ha mostrado un crecimiento significativo, aumentando su superficie en un 36,35% en los últimos 10 años. Sin embargo, en Doña Lola la pradera ha disminuido un 39% en los últimos cinco años, lo que demuestra la variabilidad de las amenazas y la necesidad de una protección continua y efectiva. 

Un futuro por proteger 

El proyecto "Bosques Sumergidos" pone de manifiesto la importancia crítica de las praderas de Posidonia oceanica para la salud del Mediterráneo y para la lucha contra el cambio climático. Aunque los resultados muestran que es posible recuperarlas, también subrayan la necesidad de una acción continua y coordinada. 

Las praderas de Posidonia son uno de los tesoros ocultos del Mediterráneo. Protegerlas es un deber que tenemos para con el planeta y para con las futuras generaciones. El éxito del proyecto "Bosques Sumergidos" en Málaga es un primer paso, pero queda mucho por hacer. Con esfuerzo y dedicación, podemos asegurarnos de que estos bosques submarinos continúen prosperando y brindando sus innumerables beneficios durante muchos años más